En un nuevo golpe contra la comunidad citrícola mexicana, el empresario Javier Vargas Arias fue asesinado a balazos en plena vía pública en Álamo Temapache, Veracruz. La tragedia ocurre solo tres días después de la muerte del líder limonero Bernardo Bravo Manríquez en Michoacán, lo que deja al sector agrícola en estado de shock y búsqueda de respuestas.
Según los primeros reportes, un comando armado interceptó a Vargas Arias mientras se dirigía a su oficina en la madrugada del jueves. A pesar de intentar huir, el empresario fue alcanzado por los disparos y falleció en el lugar. El ataque ocurrió en una zona concurrida, lo que sugiere un elemento de intimidación y violencia deliberada.
Vargas Arias era un importante figura en la industria citrícola veracruzana, donde se destacó por su dedicación al cultivo y comercialización de limón y naranja. Su muerte deja una gran brecha en el sector agrícola, que ya estaba sumido en el luto después del asesinato de Bravo Manríquez.
La comunidad agrícola está demandando justicia y seguridad para proteger a sus miembros. “Es inaceptable que este tipo de ataques sigan sucediendo”, declaró un líder local de la industria citrícola. “Necesitamos que las autoridades actúen con rapidez y determinación para capturar a los responsables y darle a nuestros miembros la protección que merecen”.
La investigación sobre el asesinato de Vargas Arias está en curso, aunque hasta ahora no hay pistas claras sobre quién fue responsable del ataque. La autoridad local ha prometido trabajar sin descanso para capturar a los culpables y llevarlos a justicia.
El asesinato de Vargas Arias es el tercer episodio de violencia en contra del sector citrícola en México en apenas un mes. La comunidad está alarmada y pide a las autoridades que tomen medidas efectivas para proteger a sus miembros. “No podemos seguir viviendo con esta incertidumbre”, dijo una trabajadora agrícola local. “Queremos trabajar en paz y seguridad, sin temor a la violencia”.
La muerte de Vargas Arias es un recordatorio adicional de la importancia de proteger a los trabajadores y productores agrícolas en México. El sector citrícola es crucial para la economía nacional, y su pérdida podría tener consecuencias graves en el futuro.
En este momento, la comunidad agrícola se une en un llamado a la acción para exigir justicia y protección para sus miembros. Esperan que las autoridades actúen con rapidez y determinación para capturar a los responsables del ataque y darle a Vargas Arias el respeto y dignidad que merece.
